De tarde.
Ésta tarde se
sienta
a platicar
conmigo,
es mi amiga
que no me
juzga, que no
me hiere
quiere
recordarme que
aun hay
esperanza,
acaricia las
hojas
de mi tronco
dañado
abrazado me
tiene
con sus muy
suaves vientos,
lentos mis
ojos la
reconocen de
nuevo
luego me
susurra unos
lejanos
sonidos,
en mis oídos
dice
que hablando
es mi pasado
abrazado de
nuevo
me tiene su
frescura,
la mesura en
los rayos
de sol me
tranquiliza
paraliza mi
sentir
y apacigua
las aguas,
una legua de
andares
que sacian a
mi alma
la palma
indica: ya no
quedan
turbulencias,
gracias tarde
menguante
me has
devuelto la calma.
Josué N. Martínez
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